Por la autopista México Querétaro
en dirección Querétaro, a la altura del kilómetro 84+200 hay una salida por la
cual se llega a lo que fue la ex hacienda de Tandeje, hoy en ruinas, otro
tiempo muy productiva. Corresponde al municipio de San Francisco Soyaniquilpan, Estado de México. Me propongo hacer un relato de su historia, conjuntando
datos tomados del libro de Iñigo Laviada, “Vida y muerte de un latifundio”, de
Editorial Porrúa.
Licenciado Manuel
Gerónimo Valenzuela
“En la época de la independencia,
era propietario de la hacienda el licenciado
Manuel Gerónimo Valenzuela, mayordomo de la hacienda de la Goleta en el primer
decenio del siglo. Valenzuela quebró y Tandeje fue adquirida por la fundación
del hospital de San Adres de la ciudad de México, como inversión productiva
para su sostenimiento”.
“El 23 de febrero de 1860, el
hospital de San Adres, con licencia judicial, vendió a Francisco Iturbe Anciola,
la hacienda de Tandeje que fue anexada a la hacienda de La Cañada, de la cual
ya era dueño con anterioridad con otras haciendas y posteriormente adquirió
otras más”.
Francisco Iturve se casó con
Cipriana Villar y tuvo tres hijos: Francisco, Felipe y Manuel. Murió el 16 de
julio de 1861, heredando a su esposa e hijos por partes iguales. Los cuatro
herederos conservaron la administración unitaria de aquella opulenta herencia,
durante once años. Tal comunidad terminó el 31 de diciembre de 1872”.
Felipe Iturbe Villar, dueño de 1872 a 1889
“Felipe Iturve Villar heredó las
haciendas de Tandeje, la Cañada y la Llave y tuvo cuatro hijos: Felipe,
Francisco, Elena y Teresa. De ellos, Francisco tuvo la más notoria fortuna en
México, integrada por las haciendas la Llave, la Cañada y Tandeje, entre otras
propiedades”.
“Al iniciarse el porfiriato, era
propietario de la hacienda de Tandeje Felipe Iturbe Villar, residente en Paris
y Niza, que visitaba poco su patria. Los administradores de su hacienda eran
eficientes y actuaban como dueños. Criaban ganado, cultivaban la tierra,
alquilaban parte de ella y otorgaban contratos para explotar los árboles
haciendo carbón. Felipe casó en Francia con Elena Idaroff de origen eslavo y
tuvo cuatro hijos”.
“Felipe Iturve Villar murió en
Niza el 23 de febrero de 1889. Las haciendas de Tandeje, Caltengo, La Cañada y
El Ocote con sus ranchos respectivos, fueron heredadas por Francisco Iturve
Idaroff. Solterón originario de Francia y residente en aquel país. Este tampoco
visitaba con frecuencia la Republica Mexicana”.
“Desde tiempo atrás, el casco de
Tandeje había sido arruinado en alguna de las guerras civiles y esta hacienda
era manejada desde Caltengo y la Cañada. Su administrador enviaba las
utilidades a Francisco”.
Francisco Sordo Pedregal, dueño en 1907
“Por su desvinculación con
México, Ituve Idaroff decidió vender sus haciendas y otorgó poder para hacerlo
a su administrador Miguel S. Malo. La venta se hizo a favor del señor Francisco
sordo Pedregal, el 7 de agosto de 1907”.
“Francisco Sordo Pedregal, 26 días después vendió las mismas
haciendas a otras personas”.
Antonio Escandón Márquez, dueño
representado por José G Escandón P. 1907 a 1929
“La familia Escandón es
propietaria de la Goleta, San Antonio Tula, San José del Marqués, Tandejé y
Calpulapan en la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX”.
“El dos de septiembre de 1907
José G. Escandón Pliego promovió la compra de la hacienda de Tandeje para su
sobrino Antonio Escandón Marques, de 13 años de edad, representado por su madre
Rosa Márquez de Escandón, la hacienda San Antonio Tandeje y su rancho el Quinte
y el rancho de Nuestra Señora de la Soledad o el Ocote, con una superficie
entre ambos de 2, 306 hectáreas y fracción. La operación fue de $70,000.00...
La venta incluía la toma de agua abajo del puente de Atongo y el uso del agua y
acueducto que la conduce de los manantiales de Shomitita o Togui”.
“Esta hacienda tenía una
superficie de 2, 306 hectáreas cuando fue comprada. Pero al iniciarse la
reforma agraria, el Diario Oficial de la Federación le atribuyó 5,097 hectáreas
y lindaba: al norte con la Goleta, al oriente con San Antonio Tula y al sur con
la Cañada, hacienda de la cual formaba parte anteriormente. Su casa principal y
demás construcciones estaban ruinosas y abandonadas desde las guerras civiles
del siglo XIX. Sus tierras son fértiles y en gran parte regadas. José Escandón
administró esta hacienda... como anexa a San antimonio Tula”.
José Antonio Escandón Rubio: 1929-?
“Antes de morir Antonio R.
Escandón Márquez el 30 de diciembre de 1929 donó Tandeje a su primo José
Escandón Rubio. Valioso donativo pues las fértiles y planas tierras de Tandeje
fueron las últimas en ser expropiadas para dotación de ejidos. Entre las
afectaciones están las de 10 de diciembre de 1937 y la del 1° de marzo de 1938
para dotación ejidal a Soyaniquilpan”.
Actualmente son solo ruinas. Permanecen en pié muros de lo que fue la casa, algunos de los cuales forman parte de habitaciones de quienes ahí viven; pero en su mayoría se emplea como corrales, incluso lo que fuer la capilla. De esta aún la torre apunta al cielo pero sin su cruz.
En muy buenas condiciones está elgranero que es de uso comunitario y la era.
Esta hacienda tenía un molino impulsado por energía hidráulica, del cual solo quedan muros derruidos y las piedras, las fijas están completas; pero las giratorias se encuentran rotas.
El puente de Atongo se mira en perfectas condiciones, incluso se le ha dado mantenimiento, ¡lástima que con esto taparon el empedrado con plancha de concreto. Es un puente, además de fuerte, muy artístico. Se froma de tres arcos de medio punto y se adorna con una greca de cantera por ambos lados.
Este puente está construido en tres secciones: los extremso y el centro. Ambos extremos son más amplios que el centro de tal manera que miden aproximadamente nueve metros de ancho y de largo 25 metros en un extremo y 37 en el otro. El centro mide aproximadamente 7 metros de ancho por 30 de largo.
En muy buenas condiciones está elgranero que es de uso comunitario y la era.
Esta hacienda tenía un molino impulsado por energía hidráulica, del cual solo quedan muros derruidos y las piedras, las fijas están completas; pero las giratorias se encuentran rotas.
El puente de Atongo se mira en perfectas condiciones, incluso se le ha dado mantenimiento, ¡lástima que con esto taparon el empedrado con plancha de concreto. Es un puente, además de fuerte, muy artístico. Se froma de tres arcos de medio punto y se adorna con una greca de cantera por ambos lados.
Este puente está construido en tres secciones: los extremso y el centro. Ambos extremos son más amplios que el centro de tal manera que miden aproximadamente nueve metros de ancho y de largo 25 metros en un extremo y 37 en el otro. El centro mide aproximadamente 7 metros de ancho por 30 de largo.