De las 5 haciendas que conformaban el latifundio,
de esta es de la que más se ha escrito, tanto por parte del gobierno municipal,
como del estatal y del instituto mexiquense de cultura, (Gobierno del Esatdado de México.
Hacienda la Goleta. http://portal2.edomex.gob.mx/edomex/estado/cultura/arquitectura/Colonial/EDOMEX_024322), sin embargo, en todo momento se cita como fuente a
Iñigo Laviada. (1984) Vida y muerte de un latifundio. Porrúa, México, mismo que
tengo a la mano para redactar estas líneas.
La hacienda de la Goleta fue
formada en el siglo XVII en la jurisdicción de lo que hoy es el municipio de
Soyaniquilpan, cerca del centro de pueblo de San Agustín Buenavista.
El diccionario define “Goleta:
pequeña embarcación de dos palos”. Al preguntar a algunos de los actuales
dueños de lo que queda del casco, me comentaron haber recibido la tradición
oral de que se le nombró de esta manera porque el territorio que la conformaba
asemejaba un barco. También pregunté si llevaba adicional algún nombre
cristiano, y, cosa rara, no lo tuvo. En la capilla rige el altar la imagen del
“Sagrado Corazón de Jesús”.
La Goleta era parte del
latifundio conformado por las hacendad de San Antonio Tula, San José del
Marqués, éstas hoy en el Estado de Hidalgo, Calpulalpan y Tandejé, en el Estado
de México.
La construcción del casco muestra
una estructura simétrica, bien proporcionada, con su entrada principal diseñada
con base en 10 arcos de medio punto al frente y uno a cada lado dejando ver
claroscuros.
En la parte superior una garita
en cada esquina, y entre ellas, al centro, una cruz labrada en piedra indicando
el pórtico hecho con madera. Sobresale un pequeño campanario, que es parte de
la capilla.
A la derecha de la entrada,
balcones con barandillas de hierro forjado.
Un portón de madera daba acceso a
los patios interiores. En su interior, patios y jardines espaciosos; las
habitaciones amplias, todas ellas con cornisas pecho de paloma.
Se complementa la obra con
edificaciones hechas para utilizarlas como graneros, caballerizas, tinacales,
molino y un acueducto de aproximadamente 5 km, que conducía el agua procedente
del manantial de Mexicaltongo.
En el patio exterior aún se aprecia la atrajea para bebedero de los animales y un añoso fresno.
Los límites que la hacienda tenía
eran: al oriente San Antonio (Tula), al sur Tandejé y Soyaniquilpan; al
poniente rancho Deguedó, terrenos de la cofradía de Jilotepec y los pueblos de
San Juan Acaxuchitlán y Santiago Oxthoc.
“Juan Antonio de Urrutia y de Arana quien había llegado a México
procedente de España en 1687 heredó de su tío Juan de Urrutia y de Inoriza el
título de nobleza que éste había comprado del marqués de la Villa de Villar del
Águila. A él se debe la creación de La Goleta y la construcción de su acueducto
y la presa que lleva el mismo nombre.
En virtud de que no hubo descendientes de su matrimonio, designó
beneficiario de sus bienes a su sobrino Juan Antonio Fernández de Jáuregui y
Aldama, (1743-1812), quien se convirtió en el marqués, y a él le tocó
enfrentarse en un litigio judicial con caciques de Jilotepec por linderos y
superficies de tierras de Soyaniquilpan.
Le sucedió su hijo Juan María Fernández de Jáuregui (1812-1828) como IV
marqués de la villa del Villar del Águila. A partir de aquí el traspaso de los
bienes que se iban recibiendo por herencia, dejó de estar en poder de españoles
porque debido a la situación económica del IV marqués, la hacienda de La Goleta
fue adquirida por Mariano Reyes de Jilotepec (1828-1835) y al morir éste la
dejó como herencia a su hija Mariana Reyes Ortiz, nacida en Jilotepec
(1835-1882) quien se casó con el español Ignacio Berna, y de este matrimonio nacieron
5 hijos y 4 hijas que vivieron y administraron el inmueble (1882-1886).
De 1886-1897 pasó a poder de Antonio Escandón Estrada, español, Al morir este) se creó la Sociedad Antonio Escandón
Sucesores, S. en N.C. integrada por sus hijos: Agustín, Ignacio y José G
Escandón Pliego. La sociedad administra la hacienda que y finalmente quedan en poder del último.
Al morir Escandón Pliego, la propiedad pasó a manos de una sociedad
constituida por 20 socios, cada uno dueño de una acción que más tarde fueron
ofreciendo en venta para quedar finalmente como los actuales propietarios,
dueños de las acciones, diversas familias que han convertido lo poco habitable
que queda en una vecindad.
Frente a esta hacienda pasaba lo que fue el camino real de tierra adentro, en su ramal de San Antonio Tula a San Miguel de la Vitoria (antes San Miguelito o San Miguel Mandó) y de ahí a Calpulalpan, Méx, para continuar por Arroyo Zarco.
De lo que fue una floreciente y magnifica hacienda, solo quedan ruinas.”
De lo que fue una floreciente y magnifica hacienda, solo quedan ruinas.”
Conocer la historia de nuestra región y seguir las huellas del pasado a través del camino Real tierra adentro es toda una aventura
ResponderEliminarMe encantó, ver la ruta que trazaron para la venta y comercio entre los diferentes pueblos conocida camino Real tierra adentro
ResponderEliminarEs bueno saber la historia de esa hacienda y quisiera saber mas acerca de la historia. De esa hacienda. Y las demas alli mencionadas
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