domingo, 16 de febrero de 2014

MONASTERIO ORTODOXO SAN ANTONIO EL GRANDE



¿QUÉ ES LA IGLESIA ORTODOXA?
Hace ya más de dos mil años, Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a la tierra y fundó la Iglesia, a través de sus Apóstoles y discípulos, para la salvación de la humanidad. Las enseñanzas de los Apóstoles y la Iglesia se esparcieron en los siguientes años. Las iglesias que fueron fundadas por los Apóstoles pertenecen a los cinco patriarcados:


1). Roma: fundada por San Pablo y primera capital del Imperio Romano, en la cual fueron martirizados San Pedro y San Pablo (67).
2). Constantinopla, fundada por San Andrés y segunda capital del Imperio.
3). Alejandría, el principal centro político, cultural y filosófico de África, fundada por San Marcos.
4). Antioquía, centro principal de Oriente, llamada la ciudad de Dios, fundada por San Pedro y San Pablo, de la cual San Pedro fue su primer Obispo.
5). Jerusalén, llamada la Madre de la Iglesia, en la cual Nuestro Señor predicó y obró la redención. En la era apostólica fue presidida por el apóstol San Jacobo (Santiago), quien fue su primer obispo.


Tiempo después fueron fundadas las de Sinaí, Rusia, Grecia, Yugoslavia, Rumania y muchas más. Estas iglesias, independientes en su administración, están en completa unión una con otra, con una excepción, la de Roma, desde el sisma oriente-occidente en 1054, y desde entonces la iglesia de Roma con la teología escolástica tuvo que adoptó nuevos dogmas que no existían antes, los cuales no los aceptó la iglesia ortodoxa por razones teológicas.


La Iglesia católica apostólica ortodoxa es una comunidad cristiana, cuya antigüedad, tradicionalmente, se remonta a Jesús y a los doce apóstoles, a través de una ininterrumpida sucesión apostólica. Por el número de personas, la iglesia ortodoxa es la tercera de las tres grandes iglesias o comunidades cristianas, después de la Iglesia Católica Apostólica Romana y el conjunto de iglesias protestantes.


La Iglesia ortodoxa se considera la heredera de todas las comunidades cristianas de la mitad oriental del Mediterráneo (esto lleva a ciertas tensiones con iglesias orientales unidas a Roma). Su gran expansión se debió a la labor de grupos misioneros que viajaron por toda la zona oriental de Europa.


La palabra “ortodoxo” (del griego, ‘creencia correcta’) implica una seguridad en relación con la fe apostólica.


Su doctrina teológica se estableció en una serie de concilios, de los cuales los más importantes son los primeros Siete Concilios, llamados “ecuménicos”, que tuvieron lugar entre los siglos IV y VIII. Tras varios desencuentros y conflictos, la Iglesia católica ortodoxa y la Iglesia Católica Romana se separaron en el llamado “Cisma de Oriente y Occidente”, el 16 de julio de 1054. El cristianismo ortodoxo se difundió por Europa oriental gracias al prestigio del Imperio bizantino y a la labor de numerosos grupos misioneros.


La Iglesia ortodoxa está en realidad constituida por 9 patriarcados, y según otros por 10, que sólo reconocen el poder de su propia autoridad jerárquica; por ejemplo, del Patriarca de Alejandría, de Antioquía, de Constantinopla, etc.


En la actualidad, el cristianismo ortodoxo es la religión predominante en Bielorrusia, Bulgaria, Chipre, Georgia, Grecia, Montenegro, Moldavia, la República de Macedonia, Rusia, Rumania, Serbia y Ucrania.


Hay comunidades grandes en Kazajistán, Letonia, Bosnia-Herzegovina, Albania, Kirguistán, Estonia, Líbano, Uzbekistán, Turkmenistán, Siria, Croacia, Lituania, Uganda y Cisjordania. Debido a la emigración, existen también comunidades importantes en Alemania, Argentina, Australia, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y toda América Latina.


Ubicación.
El MONASTERIO ORTODOXO SAN ANTONIO EL GRANDE está situado en la Localidad de El Xhitey, municipio de Jilotepec, Estado de México (a ocho kilómetros de Jilotepec). Se llega a través del Camino al Xhitey Antouan Moussa Chedraoui Tannous, nombre puesto en honor al arzobispo de esta grey, gran amigo y benefactor de Jilotepec.
Las instalaciones del Monasterio incluyen celdas, talleres, hospedería, salones de clase, auditorio, establo, bodegas, invernaderos, capilla.


Actividades.
El MONASTERIO ORTODOXO SAN ANTONIO EL GRANDE, perteneciente a la Iglesia Ortodoxa Antioquena —bajo el omoforio de su Eminencia Antonio Chedraoui, arzobispo de México, Venezuela, Centroamérica y el Caribe—, realiza diversas actividades: servicios litúrgicos, atención espiritual, producción agrícola y ganadera, panadería, hospitalidad y hospedaje a visitantes, venta de sus productos (lácteos, artesanías, productos orgánicos...)


Comienzos.
El día 8 de septiembre de 1998, su Eminencia el arzobispo metropolitano Antonio Chedraoui inicia la obra del Monasterio. El día 31 de julio de 1999, con la bendición de sus Eminencias, arzobispo Antonio Chedraoui —metropolita de la arquidiócesis de México, Venezuela, Centroamérica y el Caribe— y arzobispo Sergio Abad —metropolita de la arquidiócesis de Chile—, se bendijo la Primera Piedra de la capilla del Monasterio dedicado a san Antonio el Grande, padre del monaquismo.
Durante los últimos seis meses del 2001, cinco iconógrafos rusos trabajaron en la capilla del Monasterio por invitación de su Eminencia. La capilla resalta la luz mística del arte eclesiástico ortodoxo cuyo objeto es elevar la mente —o mejor dicho, todo el ser— hacia la Verdad, a la cual se debe dirigir todo interés: Cristo.


La consagración de la Capilla.
El jueves 24 de febrero de 2005, con la participación de todos los sacerdotes de la arquidiócesis y con una impresionante asistencia de la feligresía, su Eminencia Metropolita Antonio, presidió la Consagración de la capilla del Monasterio Ortodoxo San Antonio el Grande.


Servicios que presta.
El monasterio está abierto a toda persona de buena fe. Auxilia con orientación espiritual, administración de sacramentos, administración de sacramentales (tres años, XV años, atención espiritual a enfermos). Cuenta con criptas para quienes opten por la cremación. Misa dominical a las 10 hrs., entre otros.
 El templo ortodoxo es en sí mismo una catequesis: está orientado, es decir, la entrada da al poniente y el santuario al oriente, de tal manera que cuando el cristiano se encuentra en algún servicio litúrgico, le da la espalda a las sombras, y su rostro se dirige hacia la luz, las obscuridad símbolo del mal, la luz es Cristo, "Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá luz eterna" (Jn 8:12). El sacerdote, por ser quien encabeza la oración ora en la misma posición es decir, de espaldas aol pueblo y de frente al altar.
Su iconografía es de un misticismo exquisito. En ella se representa las fiestas principales de la ortodoxia, que es la Historia de la salvación y algunos santos. En el frente la trinidad según el A. T. franqueada por el icono de San Antonio el Grande y la Vigen de Guadalupe. y en la cúpula el Pantocrátor. 
En el interior del santuario, frente al altar de los dones, Cristo como sumo sacerdote, al frente: Cristo sumo sacerdote profeta y rey, acompañado de la Virgen María, el precursor Juan el Bautista y los apóstoles Pedro y pablo.

Y al lado izquierdo el icono de la resurrección. Al centro de la bóveda, la trinidad en la versión de N. T.

Los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, cada uno en una de las esquinas de la bóveda.


En la parte baja del muro, iconos de santos, en la parte media, mártires y en la parte alta, las fiestas principales. Pero en todo caso, son iconos que reflejan paz, serenidad, alegría, que es la alegría que debe sentir el cristiano porque Cristo ha resucitado y está entre nosotros. No hay imágenes que reflejen tristeza o dolor.

Fuentes:
www.iglesiaortodoxa.org.mx

domingo, 2 de febrero de 2014

MÁSCARAS.

Un tema controvertido a lo largo en nuestros días y de la existencia individual y colectiva es la autenticidad moral; sin embargo me pregunto ¿existirá alguien totalmente congruente? Pienso que no, y ese valor, como otros muchos, sigue siendo un ideal.



En los diversos roles de nuestro cotidiano vivir nos vemos obligados a adoptar diversos comportamientos acordes al momento y a las circunstancias, es decir, usamos máscaras morales, máscaras de personalidad.



Los antiguos griegos llamaban “persona” a la máscara con la que se caracterizaban los actores en el teatro y que a la vez servía de altavoz. Con el cambio semántico persona significa el conjunto de características adquiridas por el individuo a través de la educación y que en conjunto forman su personalidad.
 



En el teatro, dos máscaras, una riendo y otra llorando son su símbolo, haciendo alusión con ello al personaje del actor.



Más-cara, significa más rostro, otro rostro. Es la figura de cartón, latex, madera u otro material para disfrazarse. Los rostros que se plasman pueden ser reales (regularmente de políticos como burla hacia ellos), o ficticios, o simples quimeras.



Por analogía, la palabra también se emplea para designar la apariencia que se vive, es otro yo para ocultar el verdadero yo.



Hay máscaras decorativas, otras para trabajo, para la defensa en la guerra, y tambien para el deporte de las luchas; pero las más difíciles de apreciar son las que solo son apariencias.
La vida es una mascarada, una gran obra de teatro en la que cada cual es protagonista de su propia obra y se adueña de la máscara que más le conviene de acuerdo al momento.