viernes, 28 de junio de 2013

¿ES EL CULTO A SANTA MUERTE UNA NUEVA RELIGIÓN?



La muerte es un proceso terminal que consiste en la extinción de la vida de todo ser animado. Es algo que nadie puede evitar, tal vez por ello es que no escapa de la fascinación humana en cultura alguna.
La muerte se ha convertido en tema de las diversas artes. Ejemplo es el cuento “El ahijado de la muerte” de los hermanos Grimm, posteriormente reinterpretado por Bruno Traven en su cuento “Macario”, mismo que fue llevado a la pantalla grande en la película del mismo nombre y protagonizada por Ignacio López Tarso.
Para muchos es tabú, algo de temer y el fin de toda posibilidad; esta es la interpretación inmanentista y atea. Para otros, los trascendentalistas y, por tanto adeptos a cualquier religión, es el inicio de una nueva y mejor vida.
A lo largo de la historia de la humanidad el ser humano ha imaginado a la muerte de diversas maneras, tocando a los artistas plasmarla como se la han imaginado las diversa culturas, sea como una bellísima dama de negro y de semblante triste, como el carretonero que transporta cadáveres, o la más recurrente: un esqueleto humano armado con una guadaña con la que siega las vidas.
En nuestros días, caracterizados por el constante bullicio, ausencia de espiritualidad, exaltación de los valores materiales, el lucro y la comodidad, la muerte se ha ido intelectualizando. El nuevo concepto de eternidad significa permanecer en la memoria colectiva de aquellos a quienes influimos y un rechazo a  la trascendencia metafísica. La medicina investiga cómo prolongar cada vez más la vida y burlar a la muerte. Sin embargo, hay un sector social que día a día se acrecienta, que ha interpretado a la muerte desde el enfoque religioso, surgiendo así el culto a la santa muerte.
EL CULTO A LA MUERTE.
Los mexicanos tenemos una doble herencia cultural: propia e indígena la una, adquirida y europea la otra. Ambas encierran en sus rasgos sociológicos la religiosidad, misma que fue aprovechada por los evangelizadores para cambiar el sentido a las prácticas religiosas de nuestros antiguos mexicanos surgiendo así el mestizaje cultural.
El tema que aquí nos atrae es el de la muerte, y en este, cada cultura aportó lo suyo. El origen del culto a la muerte muestra detalles de un sincretismo entre distintos elementos del culto prehispánico por los muertos y de la iglesia católica que a su vez recibió influencia de las culturas grecorromana y semítica.
Las raíces de la creencia datarían entonces de la época prehispánica, bajo el nombre de Mictlantecuhtli y Mictlantecihuatl como el dios y diosa de la muerte, la oscuridad y el Mictlán o "región de los muertos". A este lugar iban los hombres y mujeres que morían de causas naturales. Pero el camino no era fácil. Antes de presentarse ante el Señor y Señora de la muerte había que pasar numerosos obstáculos; piedras que chocan entre sí, desiertos y colinas, un cocodrilo llamado Xochitonal, viento de filosas piedras de obsidiana, y un caudaloso río que el muerto atravesaba con la ayuda de un perro que era sacrificado el día de su funeral (Xoloizcuintl).
Era tradición honrar a los dueños del inframundo con ofrendas. Y también eran invocados por todo aquel que deseaba el poder de la muerte. Esto detalle son importantes ya que con el tiempo estas ofrendas y dichas invocaciones seguirían presentes en los altares de la Santa Muerte.
Tal vez por estos actos, los aztecas crearon las guerras floridas para hacer prisioneros que serían sacrificados en la pirámide y cuyas calaveras posteriormente irían a formar parte del tzompantli
De la nueva religión recibimos el culto a los fieles difunto los días 1 y 2 de noviembre, donde la tradición católica consistía en orar por las almas de aquellos cristianos que habían precedido en la fe, encendiendo por ellos una luz (vela, cirio...) para simbolizar la “luz de Cristo que ilumina a todos”.
Al mezclarse dichas tradiciones, surgen las coloridas fiestas del “día de muertos” que han dado renombre a nuestro País a nivel internacional. Son de reconocerse las de: Pátzcuaro en Michoacán, Valle de Bravo en México, Xochimilco en el D.F.
Esta herencia cultural nunca desapareció, se mantuvo latente ya sea explícita o implícita, de tal suerte que en la década de los noventas del siglo pasado, resurge el culto a la muerte bajo el nuevo contexto que nos otorga el neoliberalismo: desesperanza, carestía, marginación pobreza delincuencia, opresión, inseguridad (secuestros, robos, tráfico de drogas, ajustes de cuentas, negligencia de las autoridades) que conducen a un vacío existencial, y el mexicano se siente en el abandono y con la necesidad de asirse a algo para tener una seguridad, y ante la crisis social que también afecta a la religión cristiana en todas sus acepciones, los sectores sociales en estas circunstancias encontraron en esta pseudoreligión ese soporte que le da seguridad, pues como reza la conseja popular, “la muerte es justa y no hace distinciones”.
No hay una certeza de dónde comenzó dicho culto, unos dicen que en Veracruz, otros que en Tepito, otros que en el estado de Hidalgo. Lo cierto es que para el 2003, la autodenominada Iglesia Santa Católica Apostólica Tradicional Mex-USA (ISCAT Mex-USA difundió el culto a la imagen de la Santa Muerte. Dicen los entendidos que para poder competir con la Iglesia Católica, necesitaban una figura femenina que ocupara el lugar que en esta ocupa la Virgen de Guadalupe. El líder de la ISCAT Mex-USA o “Iglesia de la Santa Muerte”, David Romo es detenido por la PGR por secuestro y posteriormente a la iglesia le fue retirado el registro como tal en el 2005, pero el culto prevaleció, siendo los más seguidores: los delincuentes, narcotraficantes, prostitutas, luego se popularizó hacia políticos, sanadores, adivinos, comerciantes, jueces, policías... y ahora mucha gente común, de tal manera que de México se ha extendido a América Latina y algunos lugares del resto del mundo.
La interpretación de la muerte por sus adoradores es en dos rostros, a semejanza de Mictlantecutli y Mictantecihuatl: la Santa Muerte es dual, los rostros de la bondad y el de la maldad, que se mezclan bajo la capota que cubre su cráneo. Le dicen Niña Blanca, y también le dicen Niña Negra, la Señora, santísima señora, la Niña, la Santa Muerte, la Novia. La invocan, en su desesperación, lo mismo enfermos que prevaricadores, desamparados y salteadores, y va al encuentro de las víctimas y de los verdugos. Esta figura popular recibe peticiones de amor, afectos, suerte, dinero y protección, así como también peticiones malintencionadas y de daño a terceros por parte de sus fieles. Se le han creado altares, templos, sus seguidores se hacen tatuajes de ella...
POSTURA DE LAS IGLESIAS
Las diversas iglesias de índole Cristiano como la católica, ortodoxa, bautista, presbiteriana, metodista, entre otras, rechazan y condenan su veneración, considerándola diabólica, pues sostienen que cuando Cristo resucitó al tercer día, la venció para quitarle su poder sobre la humanidad y así podamos tener resurrección juntamente con Cristo (1 Corintios 15:21-22.), (Apocalipsis 20, 13-14). En este sentido en la Iglesia Ortodoxa hay un himno que se canta en Pascua que dice: “Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la muerte con su muerte y otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros
Otro argumento para rechazar dicho culto es que, cuando la Iglesia ora por sus fieles invocando una “santa muerte”, se refiere a que pide "morir en amistad con Dios", en el caso de que el enfermo se encuentre en estado terminal.
En conclusión, el culto a la denominada “Santa Muerte” es una inversión del sentido religioso y no puede considerarse propiamente como una religión, ya que esta es re-ligar, es decir, volver a unir lo que antes estuvo unido y luego se separó, esto es, lo humano y lo divino, por eso, para el Cristianismo, Cristo, el Dios y Hombre es quien establece esa unión antes rota. Y en el caso del culto a la muerte no hay esta re-ligación.
También es una inversión del sentido religioso porque las religiones propiamente dichas tiene como fin conducir al hombre al valor de lo bueno a través de dogmas, moral religiosa y prácticas de culto, hecho que tampoco se da en la manifestación de religiosidad por la muerte. Venerar a la muerte es ir hacia el lado opuesto de las religiones propiamente dichas.
La añoranza de una religiosidad ritualista tanto de antaño como del mismo catolicismo antes de sus reformas a partir del Concilio Vaticano II, a partir del cual la Iglesia Católica se ha secularizado perdiendo su solemnidad. Y la inclinación natural del humano a dicha religiosidad, le ha llevado a encontrar en este pseudo-culto el ritualismo perdido.
En este caso sí aplica  la tesis de la filosofía atea “Dios no creó al hombre, el hombre creó a Dios a su imagen y semejanza." (Friedrich Nietzsche). Ante las circunstancias socioculturales antedichas y esa añoranza por el ritualismo, el mexicano ha creado esta forma de religiosidad venerando a la muerte, ya que las creencias permanecen, los ritos cambian.

FUENTES CONSULTADAS:

Culto a la muerte. Iglesia Católica Tradicional México-EEUU.  http://cultomuerte.blogspot.mx/p/iglesia-catolica-tradicional-mexico.html

Conociendo a la santa muerte. Historia de su origen. http://misantamuerte.galeon.com/productos2080436.html
Letropolis. El ahijado de la muerte. Hermanos Grimm. http://www.letropolis.com.ar/2005/10/05_grimm.htm
IMÁGENES EMPLEADAS:
Disco Solar con el dios de la Muerte. Plaza del Sol, Teotihuacan, 400 dC. Piedra. 105 x 110 x 45 cms. Museo Nacional de Antropología.
El sincretismo religioso en un escaparate de una tienda departamental de autoservicio.
Crucifijo Bizantino que contiene un cráneo a los pies de Cristo, con lo cual se simboliza que Cristo venció a la muerte.

jueves, 20 de junio de 2013

Pinocho decide ya jamás contar mentiras.




Florencia, algún mes de 1881.



Con gran alegría el carpintero del pueblo informó a sus conciudadanos que el día de hoy es para él de gran alegría porque después de larga entrevista con la que había sido su marioneta que habla, y que ahora habiendo sido bendecido al ser transformado en un niño de verdad, este le ha prometido nunca más contar una mentira y poner todo su esfuerzo en ello y ya no ser tan crédulo, sino actuar de manera inteligente.



Después de narrar una vez más la historia de Pinocho a sus oyentes, Geppetto pidió a su hijo explicara la razón de su decisión, a lo que el niño dijo con vos efusiva que después de haber pasado por tantas aventuras, mismas que eran publicadas en el periódico local y leídas por muchos niños, había comprendido que se estaba convirtiendo en mal ejemplo para los párvulos, y que de ahora en adelante estaba decidió a ser ejemplo de veracidad, obediencia y trabajo, pues su meta primordial es ayudar en adelante a Geppetto, su padre, que por ser de edad avanzada sus fuerzas se ven disminuidas. Y que este objetivo en nada se opone a sus deseos de acudir a la escuela.



El reportero del diario “Il Giornale dei Bambini” le preguntó cuál era su mejor recuerdo de cuando era marioneta, el niño narró sin titubear los momentos pasados en el vientre de la ballena y como, aconsejado por Pepe Grillo, había encendido la fogata cuyo humo hizo estornudar al cetáceo con lo cual la balsa en la que se encontraba con su Papá y el grillo, fue arrojada de nueva cuenta al mar, y de cómo llegaron a la playa.



El mismo reportero preguntó a Geppetto qué extrañaría de su exmarioneta, a lo que con humor respondió: -“la madera gratis, ya que dejaba que mentira tras mentira le creciera la nariz, y cuando estaba de buen tamaño para construir otra marioneta, se la cortaba.



La concurrencia emocionada vitoreó al niño por su nueva vida, y al decir de muchos, cuando fue marioneta realmente no fue malo, sino que por carecer de inteligencia y ser tan crédulo, se dejó arrastrar por malas influencias y por aquellos que siempre pretendían sacar provecho de de él. Y que los niños muy bien pueden ilustras su conducta tanto de los riesgos que conlleva una vida como la del niño en su vida de marioneta, como de su “conversión” previa a ser niño de verdad y sus actuales proyectos de vida.



Cosa curiosa, de haber sido un poco observadores del género humano, habrían comprendido como nuestra naturaleza es tan cambiante en su apreciación respecto a los demás; que si la persona cae del agrado de los otros, con facilidad se le encuentran sus defectos; pero si algún acontecimiento, sea trágico o de beneplácito, con en este caso, le devuelve el aprecio de las gentes, aparecen visibles a todos sus cualidades.



FUENTES CONSULTADAS:



Wikipedia, la enciclopedia libre. Carlo Collodi. http://es.wikipedia.org/wiki/Carlo_Collodi.



ITALICA. Rai internazionale online. Biografía de Carlo Collodi. http://www.italica.rai.it/esp/principales/temas/biografias/collodi.htm.






Cuento de Pinocho-Mediometro. http://www.mediometro.com/cuento-pinocho.html